El día que Margaret Thatcher temió un ataque de España para recuperar Gibraltar

Margaret Thatcher temió un ataque de España en Gibraltar.
Margaret Thatcher temió un ataque de España en Gibraltar.
Henar de Pedro
Margaret Thatcher temió un ataque de España en Gibraltar.

La disputa territorial entre España y Reino Unido por Gibraltar dura ya más de tres siglos. Por mucho que algunos jugadores de 'La roja' griten aquello de ¡Gibraltar, español! parece que el conflicto se extenderá en el tiempo. Los británicos rechazan de lleno renunciar al territorio y el propio primer ministro de Gibraltar ha llegado a asegurar que jamás se entregará a España "ni un grano de arena, ni una gota de agua" del Peñón.

Tal vez algún día Gibraltar sea la tercera ciudad autónoma española, junto a Ceuta y Melilla, pero entre tanto, paz. Ningún gobierno democrático español se ha propuesto ir más allá de la diplomacia con tal de sacar el Peñón de las manos de "la pérfida Albión". ¿O sí? Eso llegó a creer Margaret Thatcher: que los españoles íbamos a tomar las armas para recuperar Gibraltar.

Corría el año 1982. Felipe González se preparaba para llegar a La Moncloa, pero Leopoldo Calvo Sotelo todavía era presidente de Gobierno (llegó tras el intento de golpe de Estado del 23-F). En Reino Unido, Thatcher estaba en su primera legislatura como primera ministra. Disfrutaba de una mayoría que le permitía desmontar el edificio del estado del bienestar levantado por los laboristas tras la Segunda Guerra Mundial.

El país se encontraba en una difícil situación económica. En ese tiempo había huelgas en las minas de carbón y la popularidad de Thatcher no dejaba de caer. Malas perspectivas, sabiendo que en 1983 había elecciones. En ese contexto a la primera ministra le llegó de Argentina un sobresalto que en realidad fue para ella la mejor de las noticias.

Margaret Thatcher, visitando a las tropas británicas en las Islas Malvinas en 1983.
Margaret Thatcher, visitando a las tropas británicas en las Islas Malvinas en 1983.
WIKIPEDIA

El 5 de enero de 1982 la Junta Militar argentina tomó la decisión de realizar una acción militar para recuperar las Islas Malvinas, bajo control del Reino Unido desde su ocupación en 1833. El 2 de abril de 1982 tuvo lugar la invasión argentina a las Malvinas. Fue una guerra no declarada que duró 74 días. Terminó con la rendición argentina el 14 de junio, volviendo las islas a control británico.

En aquellos días, Thatcher pensó que España haría lo mismo, que iba a invadir Gibraltar. No es interpretación o impresión personal de algún testigo del paso de la primera ministra por Downing Street. Es lo que años después han desvelado documentos oficiales.

¿Y si España hace lo que Argentina?

Durante el conflicto de las Malvinas, Thatcher estaba preocupada por la vulnerabilidad de Gibraltar ante una posible invasión española. Aunque miembro ya de la OTAN y serio aspirante en 1982 a entrar en el Comunidad Europea, España había condenado como un "error histórico" el uso de la fuerza por parte británica en la Guerra de las Malvinas.

"Ha expresado su preocupación por las implicaciones de la crisis de las Malvinas para Gibraltar, sobre todo a la luz de la reacción de júbilo en la prensa española"

Los documentos de los Archivos Nacionales del Reino Unido que fueron desclasificados en 2012 muestran que Thatcher estaba preocupada por lo que la acción de Argentina y la posterior guerra podrían significar para Gibraltar.

"Tengo entendido que la Primer Ministro ha expresado su preocupación por las implicaciones de la crisis de las Malvinas para Gibraltar, sobre todo a la luz de los informes de la reacción de júbilo en la prensa española", escribió uno de sus secretarios privados. Pero los militares no veían lugar para tanta alarma.

Margaret Thatcher, visitando a las tropas británicas en las Islas Malvinas en 1983.
Margaret Thatcher, visitando a las tropas británicas en las Islas Malvinas en 1983.
WIKIPEDIA

"No tenemos motivos para creer que exista una amenaza militar creciente contra Gibraltar por parte del Gobierno español", se lee en un documento de Defensa. "La evaluación [del Comité Conjunto de Inteligencia] reconoce que España tiene capacidad militar para atacar Gibraltar con poca antelación, al tiempo que señala la escasa probabilidad, bajo el actual Gobierno español, de que se produzca un ataque de este tipo", se insistía.

"Esto se parece sospechosamente a la evaluación de las Islas Malvinas antes de la invasión..."

Pero Thatcher no estaba para que le dieran lecciones de prudencia. "Esto se parece sospechosamente a la evaluación de las Islas Malvinas antes de la invasión: 1.000 soldados con una frontera terrestre, sin cobertura aérea, etc", escribió en bolígrafo azul en esos mismos documentos que intentaban aplacar su ánimo.

Un ejercicio anfibio a 35 millas del Peñón

Como para darle la razón a las suspicacias de la primera ministra, a finales de abril se supo que el Ministerio de Defensa español (en aquel momento su titular era Alberto Oliart) preparaba un ejercicio anfibio "en una zona de entrenamiento a unas 35 millas al oeste del Peñón". Entonces sí, los militares británicos consideraron prudente tener aviones operativos capaces de hacer frente a un grupo anfibio.

"El gobernador considera prudente disponer de aeronaves operativas capaces de hacer frente a un grupo anfibio"

En un memorando de su Ministerio de Defensa se lee: "El gobernador acepta que es improbable que se produzca cualquier intento, autorizado o no, sobre Gibraltar por parte de esta fuerza; pero considera prudente disponer de aeronaves operativas capaces de hacer frente a un grupo anfibio de este tipo si surgiera la necesidad".

Gibraltar pidió 6 bombarderos

Fue así cómo Londres aumentó la presencia de aviones de la Royal Air Force. Se autorizó el envío de dos cazas adicionales tipo Jaguar para reforzar la guarnición. También llegó una compañía de infantería para unirse al batallón de la guarnición, junto con misiles antiaéreos Blowpipe. Según contó The Telegraph en 2012, el general William Jackson, gobernador de Gibraltar, quería que se enviaran seis bombarderos Buccaneer para protegerse del ejercicio anfibio.

No fue el caso. Aunque las modestas maniobras españolas se desarrollaron con normalidad, o sea, pacíficamente, sirvieron como disculpa perfecta para que Thatcher viera cumplido su deseo de tomar precauciones.

Londres mandó espías

Pero hubo más. Thatcher ordenó el despliegue de un ejército de espías en el sur de España para proteger Gibraltar de un ataque sorpresa como el de las Malvinas. En septiembre de 1982, la Inteligencia británica admitió que podría no haber ninguna advertencia en absoluto de un ataque de unidades rebeldes y pidió mandar un "gran número de agentes" para cubrir un "amplio cinturón de territorio" en el lado español de la frontera.

"La Primera Ministra ha tomado nota de las precauciones que estamos tomando... pero no encuentra el panorama muy tranquilizador"

"La Primera Ministra ha tomado nota de las precauciones que estamos tomando para obtener información anticipada sobre posibles acciones españolas contra Gibraltar, pero no encuentra el panorama muy tranquilizador. Por lo tanto, le gustaría hablar más con Exteriores y el MI6", escribió el 28 de octubre su secretario privado.

Morán creyó que se pegaba con Thatcher

FERNANDO MORAN EN SU DESPACHO FERNANDO MORAN EN SU DESPACHO (Foto de ARCHIVO) 7/1/1998 6:15:39 PM
Fernando Morán, en una foto de 1998.
EUROPA PRESS

Lejos de buscar guerras, la primera decisión que tomó en Consejo de Ministros el Gobierno de Felipe González fue aprobar la apertura de la verja de Gibraltar. La decisión, adoptada en octubre de 1982, se llevó a la practica a las cero horas del 15 de diciembre de 1982. En aquel entonces había casi 7.000 obreros españoles en el Peñón.

"Pensé que íbamos a pegarnos... la primera ministra no sabía que esto era tan importante para España" 

Era entonces ministro de Exteriores, Fernando Morán. "Tuve una conversación durísima con Margaret Thatcher. Hubo un momento en el que pensé que íbamos casi a pegarnos, pero después me dijo el ministro de Exteriores británico: "Pues ha sido muy positiva la conversación, porque la primera ministra ha dicho que no sabía que esto era tan importante para España. Ahora dice que hay que mantener la posición británica, pero sabiendo que esto es muy importante para España", ha narrado el ministro español en sus memorias.

El episodio, según el relato de Morán, acabó así: "Ese paso lo dio Thatcher. No dijo entregar, pero sí no descartar, "porque esto es muy importante para España". 

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